¡Papá, mamá... soy igual a ustedes!!
Si observamos con detenimiento esta frase creo que a más de un padre le pueden llegar pensamientos o sentimientos de preocupación... pero les digo que se tranquilicen, que aunque sea una realidad y una posibilidad siempre hay una manera de hacerlo un poco mejor.
No miremos la frase hacia adelante, mirémosla hacia atrás, es decir hacia nuestros padres, ese es el punto. Cuando nos tomamos un momento para observar con compasión hacia nuestra historia,... hacia nuestros padres, despojados de toda crítica,... observamos que todo aquello que sucedió, se vió, se escuchó... está anclado en nosotros, en nuestro sentir, en nuestros pensamientos, en nuestra forma de actuar.
Tal vez te tome aun tiempo realizar este trabajo. Cuando estés listo(a) mira hacia adelante y elige: ¿Qué de lo que tomas de atrás vas a dar hacia adelante, a tus hijos, tus relaciones, tus proyectos? En fin, es en este momento cuando concluirás que la información no se recuerda como sonido solamente sino como sensación y dicha sensación es la que transmitimos a los demás y lo podemos llamar en este caso “el ejemplo” ósea la imagen perfecta de una manera de ser.
Escrito por: Manuel Gómez Alfonso
Talleres
Esta sección está vacía.